viernes, 26 de septiembre de 2008

deshacerse de algo

Brigitte tiene ocho años y vive en un pueblo rodeado de bosques frondosos y húmedos. La zona es bastante pantanosa y es necesario conocer bien el terreno antes de adentrarse en los bosques, porque se corre el riesgo de hundirse allí donde la tierra no es sólida.
A la niña se le vienen a la cabeza muchas palabras cuando mira hacia las zonas más oscuras de esos bosques, piensa en la palabra "mezquino", que por alguna razón relaciona con el barro que mancha sus botas y pantalones cuando camina entre los árboles; junta mentalmente las palabras "pantera azul eléctrico" y disfruta reproduciendo esa idea como una sombra que surca a gran velocidad la oscuridad.
Mentira, Brigitte mira al horizonte recortado por hojas caducifolias y piensa "mentira": durante su corta vida se ha apegado a este paisaje, lo ha escuchado atentamente para después inventarse lo que el espacio debía susurrarle dependiendo de su estado de ánimo, pero hoy ha salido en la televisión una mujer a la que tuvieron prisionera muchos años y ha aconsejado a la gente el deshacerse de casi todo, no apegarse a las cosas porque casi todo lo que tenemos es prescindible.
Brigitte fue el año pasado a la playa por primera vez y al oir a esa secuestrada hablar así, ha pensado en la arena de la playa que se llevaba cada día a casa sin querer, como disfrutaba con esos restos de playa viéndolos caer de su cuerpo cuando iba a ducharse y finalmente viéndolos escurrirse con el agua hasta desaparecer por el desagüe.
Así que es eso, hay que deshacerse de las cosas como nos deshacemos de la arena que queda pegada al cuerpo, de las mentiras que nos inventamos alrrededor de cada objeto y de algunas personas para darles más relevancia de la que realmente tienen. Hay que deshacerse de estas horas muertas mirando un paisaje traicionero que a menudo se hunde bajo los pies del paseante más experimentado.
Aquella expresión "pantera azul eléctrico" era bastante bonita, Brigitte se pregunta si al menos eso puede guardarlo, esa idea simplemente, y no hay una respuesta...

4 comentarios:

CarmenS dijo...

Volviste, ya veo. Y con ganas de escribir. Me alegro de tenerte por aquí. Espero que tus planes se vayan cumpliendo.

El Diablo Des. dijo...

El valor, creo yo, no esta en cuantas cosas tiene uno, si no en el uso que se les da. Los pensamientos han de ser regidos por la misma fuerza que las cosas. ¿O tal vez no?

Marcelo dijo...

Volviste Copperhead...ya lo creo. Y creo también que siempre es mejor ir ligero de equipaje. Siempre practiqué esa idea...
Me alegra tu vuelta, de veras...
Un beso

Marcelo dijo...

Pero no te pierdas de nuevo!